
Tal como acordaron a las 5 PM en la puerta del cine, cita a ciegas, solo unas cuantas letras intercambiadas por el Messenger días previos, Juliana llegó un poco retrasada a causa del tráfico, Matías ya estaba ahí, con un saco negro y un pantalón que no pasaba a ser muy formal, de espaldas observando la cartelera. Era hora del momento más incómodo, el de saludar…Juliana solo había aceptado ir a este tipo de encuentros una vez pero con una persona que llegó a conocer un poco mas y con la cual intercambio mas letras. Bueno volviendo al momento incómodo Juliana se acercó disimuladamente lo miro esperando no haberse equivocado se reconocieron y surgió el –Hola, acompañado de una sonrisa.
Las fotos que ambos compartieron, por las cuales se atrajeron y la única razón por la que aceptaron encontrarse, quedaron opacadas, Matías tenia mejor cuerpo del que aparecía en la foto, un bronceado bastante llamativo y ojos muy profundos, Juliana sexy, inocente, con ojos de traviesa y sonrisa enternecedora.
Acordaron que lo mejor era ir a un café, para hablar y “conocerse”, se fueron a uno de esos cafés que a pesar de que se encuentran por el centro de la cuidad todavía guardan un poco de privacidad. Entraron y para sorpresa de Juliana se encontró con su mejor amiga y el novio de ella…se hizo imposible decir no a la invitación de sentarse en la misma mesa. Pues Juliana conocía a su amiga desde kinder, sabia que el hombre le había gustado. Bueno presentados todos, surgió el famoso jueguito “verdad o reto”.
Rondas de preguntas, desde las más inocentes hasta las más pícaras, el ambiente se puso caliente y travieso. Los retos fueron impuestos, pero era necesario salir del café para llevarlos a cabo, fue así como Juliana y Matías se dieron el 1er beso, ella se puso nerviosísima pues nunca había estado en una situación así, tan alocada, según ella, él lo sintió y fue justamente por eso que el pequeño beso que debía darle, se convirtió en uno largo, húmedo y apasionado. (Sandra y Oscar, los otros amigos, no pudieron resistir el antojo de besarse también). El siguiente reto, Matías debía besar el ombligo de Juliana, lugar…. buscaron un ascensor, en uno de los tantos edificios de está cuidad, Edificio de 17 pisos, parada en el 12, besos de ombligo a boca…experiencia excitante y emocionante. Se abren las puertas, los amigos con miradas cuestionantes delante de ellos. Lo único que consiguen decir:
– Ya es un poco tarde para mis clases, hablamos, un gusto conocerte Matías, dice Sandra.
Oscar se despide también…era obvio que necesitaban su espacio y Juliana y Matías el suyo.
Unos minutos de silencio entre ellos mientras caminaban sin rumbo, y de repente surge la proposición más pecaminosa que Juliana había recibido hasta ese momento en su vida.
- Que te parece si vamos a un lugar más tranquilo y cómodo? ( Tal como en las novelas que Julianne habia visto)
Nerviosa para no parecer demasiado niña, cabe recalcar que Matías era 6 años mayor, responde:
- Lugares tranquilos es lo que todo el mundo busca en el centro de la cuidad, son casi imposibles de encontrar.
- Si tienes razón yo conozco un lugar tranquilo, pero un lugar así no es nada sin buenas compañías como la tuya.
- Jeje, gracias. Supongo que esa fue una invitación.
- Supongo que ese fue un si
El departamento de Matías, muy bien arreglado limpio y con buena vista hacia el otro lado de la cuidad. No hubo necesidad ni de una solo copa de vino, había que saciar el deseo que se produjo en el ascensor. Para Juliana esa seria la primera vez que tendría sexo casual, ese del que todo el mundo hablaba exquisitamente. Matías causaba en ella la impresión de ser todo un experto en la cama, del tipo de hombres que estuvo con tantas mujeres que ya sabia como hacerlo con cada estilo de mujer. Sentía mucha curiosidad, pues talvez con un “experto” si podría llegar a un orgasmo, el cual ni entendía bien de que componía, pero estaba segura de que nada tan espectacular como para ser tan comentado le había sucedió.
Empezaron a jugar por prendas.. Y fue así como quedaron en ropa interior, la acarició de la cabeza a los pies, con esas manos suaves y grandes, realmente sabia lo que hacia, él estaba muy excitado, confesó que lo que más lo prendía era el hecho de haberla conocido por el Internet. Sin siquiera preguntar se puso el condón y abrió las piernas de Juliana, ella no mostró resistencia pues sabía a lo que fue, quería experimentar; era joven y varias veces recibió propuestas de hombres calenturientos, pero solo esta vez realmente se decidió a aceptar una.
Llegó el momento, a punto de vivir la experiencia para todos fabulosa de la que tanto se escuchaba, sexo casual. Iba sintiéndolo dentro, totalmente concentrada en disfrutarlo, pasaron 30 segundos y él se retiro….Que pasó?... si lo peor!!, él ya había terminado, ese hombre su “experto” en la cama, su primer paso hacia el pecado, el que la llevaría a su orgasmo, no la llevo más que unos juegos atrevidos y a un lindo departamento.
Matías y Juliana fueron al café para conocerse un poco más, cada uno buscando una aventura…..pero vaya sorpresa. A veces las apariencias engañan.